dijous, 2 de setembre del 2010

Canvi de concepció

M. Carme Bufí i Planas, presidenta de una fundación que premia a empleados ejemplares
"Una empresa es una historia de amor con el mundo"
LLUÍS AMIGUET - 01/09/2010 - La Vanguardia

Tengo 60 años y muchas ganas de guerra, faltaría más. Nací en Mataró, origen de la primera autopista y el primer tren ibéricos: y estupendo para vivir. Tengo 2 hijos y 3 nietos. Creo en la coherencia y la moderación. Soy social, pero no ´ista´: nunca he sido ni seré ´ista´ de nada

Quiero que hable de sí misma, pero Carme Bufí prefiere citar a algunos de los 192 emprendedores distinguidos por su fundación: Martín Friera, que convirtió su nombre en referente de empleo de calidad; o Maria Àngels Rial, innovadora empresaria de la alta tecnología ganadera; o el ya mítico Cristóbal Colón y sus yogures La Fageda, que ha sabido crear valor empresarial donde - un sanatorio mental-otros sólo vieron desgracia... Todos ellos, y los que no caben aquí, como el empresario vasco que retiró su candidatura al ser amenazado por ETA, saben dar sentido al trabajo, que no tiene otro que mejorar nuestras vidas, las de todos: ¡enhorabuena a los premiados y a Carme

Pilar Almagro es un buen ejemplo de que una empresa es una historia de amor con el mundo, en su caso un mundo que era sólo masculino: hace 30 años que Pilar, alpinista y buceadora aficionada, se especializó - creó una empresa-para trabajos muy peligrosos.

¿Cuáles?

Los de alto riesgo en centrales nucleares, plataformas petrolíferas, tuneladoras, petroquímicas... Bajo el agua; a decenas de metros de profundidad; en túneles, pozos, alturas, muros, depósitos de líquidos peligrosos...

Pues hace falta valor.

Por eso la premiamos y porque, además, ha demostrado durante 30 años como emprendedora y empresaria una especial sensibilidad social: ha integrado, por ejemplo, en su plantilla a trabajadores que hasta entonces eran marginados sociales...

¿En qué sentido?

Auténticos sin techo a los que ha dado formación y futuro en Vertisub.

Sin riesgo no hay resultados.

Otra mujer de bandera a la que hemos distinguido es Lina Solla, la capitana,pionera en un sector que estaba reservado a capitanes, el negocio marisquero gallego.

Las mujeres marisquean, pero son los hombres quienes gestionan las plusvalías.

Lina empezó desde abajo en las mejilloneras hasta que, tras divorciarse a los 28 años, con dos hijos y medio millón de pesetas que le dejaron sus padres, instaló, en el local de una amiga que había cerrado una tienda de ropa, Linamar, primera marisquera gestionada por una empresaria.

¿Y se la creyeron?

Al principio no, pero tras muchas peripecias con socios, clientes y competidores, y pese al desastre del Prestige, logró edificar su propia fábrica en Cambados, donde 40 empleados ocupan 5.000 metros cuadrados.

Bien por Lina.

Han pasado ya 15 años desde que consiguió su primer cliente, pero, cuando se presenta como la jefa, aún le preguntan extrañados si no tiene "otros socios en la empresa".

Al menos no preguntan por su marido

.Y eso es lo que premia la Fundació Bufí i Planas: el tesón mantenido en el tiempo: décadas de trabajo en equipo. Nunca hemos creído inevitable la lucha de clases "empresario explotador versus obrero explotado"; pensamos que podemos ser equipo y empresa y esforzarnos y ganar todos por igual.

Es más fácil decirlo que hacerlo.

Mi padre, Joan Bufí, y mi tío, Joan Planas, que dan su nombre a estos premios a empresarios y trabajadores, lo demostraron. Fundaron Euroquímica en 1962 y, 15 años después, al obtener grandes beneficios, repartieron las acciones de la empresa entre todos sus empleados.

¡Bella iniciativa, pero cuán rara!

Y hoy Euroquímica sigue en manos de sus trabajadores y generando beneficios.

¿A qué empleados han premiado?

Déjeme citarle antes al rey del bolígrafo, el fundador de STYB (acrónimo de Siempre Trabajando y Batallando).

Toda una declaración de principios.

A la que Eduardo Sánchez Muliterno ha hecho honor al integrar a sus empleados en la gestión de la empresa y la innovación tecnológica frente a la competencia asiática, y todo en un entorno industrial como Albacete.

Si todos remamos en una empresa, todos llegamos a buen puerto.

Y aquí no tendríamos espacio para citar todos los ganadores y nominados de 12 ediciones que lo merecen, pero déjeme recordar al menos algunos... ¡tan emocionantes!

Adelante.

El tesón del cocinero del Ritz, Sebastián Gotanegra, ¡qué entusiasmo al respaldar la candidatura todos sus compañeros! O Joan Antoni Rodríguez, el gran Rodri,o cómo ser alma de un taller sin dejar de ser uno más.

Merecen ser conocidos.

O el apuntador del Liceu, Jaume Tribó.

Gran artista en la sombra, sí señor.

O Valentín López Fernández, radiólogo de la clínica Nuestra Señora de Lourdes, que siempre ha hecho más de lo que le pagaban: atender a quienes le necesitaban durante 36 años de ejercicio, desde madres solteras que requerían apoyo hasta el compañero que pedía un cambio de guardia. Todos lo adoran.

Ojalá hubiera más colegas así.

Y hay quien podía ser premiado como empleado o como empresario...

Eso debería suceder más a menudo.

Encarnación Poto Monge se negó a aceptar que su trabajo acabara con la carta de despido y organizó a sus compañeros en una aceitera de Dos Hermanas (Sevilla) para comprar la empresa con el dinero de la indemnización, y así reanudaron el negocio.

Valiente y oportuna Encarnación.

Tuvo a sindicatos y compañeros en contra, pero también otros a favor y acabó liderando Acyco, con el lema "Aquí todos somos presidentes: quien tenga una idea que la diga y, si es buena, todos trabajaremos para que a todos nos sirva".

Buena filosofía.

Además, Encarnación ha convertido la empresa en referente de conciliación familiar y la ha gestionado con éxito desde 1994.

Que son años para una empresa nueva.

Y le podría citar al bombero más querido de los bomberos de la Generalitat, Antonio Valbuena, o al periodista Esteve Soler, respaldado por sus compañeros de TV3...

Eso sí que es difícil.

¡Y me dejo tantos y tan buenos...!